Cielo, infierno… vida después de la muerte. Dios. ¿Qué Dios? ¿El justiciero, el magnánimo? ¿Quién no se ha planteado alguna vez éstos temas? Aquí tienes, querido lector, una exposición de asuntos en los que reflexionar si es que te preocupan algo, por poco que sea esta preocupación. Hay mil formas de abordar estas cuestiones. Mil maneras de imaginarlas. En una novela no caben tantas, por eso he elegido la que a mi modo de ver mejor puede representar todo ese conjunto de preguntas, con sus correspondientes dudas que, a lo largo de la presencia del ser humano sobre la Tierra, se hicieron muchos hombres en cuanto tuvieron un mínimo de lucidez. Usted, lector, ¿tuvo alguna vez la insufrible pesadilla de morir y asistir a su propio Juicio Final? El Cardenal sí. Y ni siquiera ahí, en su propio Juicio, es capaz de descubrir la Verdad. Yo no tengo la respuesta a nada de lo que en este libro se plantea. El lector sacará sus propias conclusiones